Hace unos días cayó en
mis manos una serie de televisión inglesa que recomiendo
encarecidamente a todos aquellos que quieran pasar un rato echando
unas risas a costa de las desventuras de la típica pareja de tipos
corrientes con vidas insulsas que experimentan un giro de 180º por
estar en el lugar menos idóneo en el momento menos oportuno. Su
título, Wrong Mans.
Su duración, tan sólo
seis capítulos de menos de media hora cada uno, fue una de las bazas
para que me dejase seducir por esta ficción británica. Porque no
hay nada más tedioso que pasarse plantado en el sofá casi una hora
de tu tiempo aguantando, durante un buen puñado de semanas, una
serie que no merece ni el esfuerzo de volver a meter en el microondas
las palomitas que no se hicieron en el primer momento, siempre con la
falsa promesa de 'quizás en este capítulo acabe de despegar'.
Una temporada, seis
episodios, 180 minutos de diversión
La
trama argumental es muy sencilla, a la par que efectiva. El típico
juego de equívocos provocado por estar en el lugar y momento
erróneos. En esta ocasión, el 'error' no es otro que el de atender
a la llamada de un teléfono móvil que un tipo que presencia un
accidente de tráfico oye sonar en la cuneta de la carretera una vez
se han marchado de allí los efectivos desplegados, policías,
médicos... y una voz le advierte que tiene de tiempo hasta las cinco
de la tarde para pagar sus deudas. En caso de no hacerlo, su esposa
pasará a mejor vida.
Sam
Pickett, que así se llama el protagonista, se verá envuelto, a
partir de entonces, en una carrera desenfrenada por salvar la vida a
una mujer, introduciéndose en un mundo en el que nadie es lo que
parece ser a primera vista y saltando de una situación surrealista a
otra mayor aún con el objetivo de mantener su pellejo entre el de
los vivos. Todo con la ayuda inestimable de un compañero de trabajo,
Phil Bourne (apellido que suena a guiño cinéfilo), 'metido
en el ajo' por una circunstancia tan o más casual que la del propio
Pinkett.
Las
situaciones se suceden a una velocidad vertiginosa, pasando, siempre
con un punto cómico muy bien logrado, de secuestradores a mafiosos,
asesinos a sueldo y otros tipos de malas artes que no dudarán en
hacer las vidas de nuestros protagonistas un poco más complicadas y
emocionantes.
Reconocimientos
a un buen producto
Así
pues, no es de extrañar que Wrong Mans, no pasase
desapercibida para los críticos, y haya sido nominada para dos
premios Bafta, mejor guión de comedia y Mejor actuación
masculina en un programa de comedia.
Y
ello, nos lleva a otro reconocimiento no menos importante, la
confirmación, por parte de la BBC Two del rodaje de una segunda
temporada. El nivel está alto, sin duda, pero Sam Pinkett y
Phil Bourne tienen la inconsciencia necesaria como para
enfrentarse y superar este reto con creces.