El nuevo ministro de
Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, debe estar igual
de perplejo y 'ojiplático' que Paco Martínez Soria cuando se apeaba
del autobús en pleno centro de Madrid en la película 'La ciudad no
es para mí' con el sorprendente giro que ha vivido, según recoge LaVanguardia entre otras publicaciones, el caso del joven Pablo Soto, a
quien las discográficas llevaron a juicio por crear programas P2P,
esos que permiten a los usuarios compartir y descargar sus
contenidos, música incluida.
Wert, un reconocido
defensor de la 'Ley Sinde' a quien todavía le retumba en los oídos
el eco de las palabras de su nombramiento como titular de la cartera
encargada de retomar y sacar a flote un reglamento rechazado
anteriormente y entre cuyos puntos incluye la posibilidad de
clausurar webs a quienes faciliten este tipo de 'transacciones', no
le debe haber hecho ninguna gracia que Soto haya sido absuelto y que
las discográficas tengan hasta 13 millones de razones para
enfadarse, una por cada euro que reclamaban en concepto de daños y
perjuicios.
La línea de lo que
algunos consideran compartir es muy estrecha en Internet. Porque
mientras para algunos el término exacto de la palabra, dejar a
alguien algo, para otros no es más que el eufemismo de aquellos
cuyas conciencias prefieren obviar el llamar a las cosas por su
nombre, 'piratería'.
Pero lo que de verdad
debe tener estupefacto al nuevo ministro de Educación, Cultura y
Deporte, no será la sentencia absolutoria a una de las fuentes del
problema de la 'piratería' señalada en su día por la anterior
titular del Ministerio, Ángeles González-Sinde, los programas P2P y
páginas de enlaces que permiten acceder a contenidos amparados por
los derechos de autor, ni el debate que divide a la sociedad
internauta en el que su postura es meridiana; sí a la Ley Sinde.
Su perplejidad radica en
que este tipo de proyectos no sólo no queden impunes ante la
justicia, si no que además se premie su desarrollo con subvenciones
estatales. Y es que por lo visto, Pablo Soto no sólo ha visto caer
la razón de su lado ante los tribunales, también ha visto al
Ministerio de Industria, a través del Plan Avanza, apostar por este
tipo de 'innovaciones tecnológicas' con una dotación de 1,6
millones de euros, de los cuales 130.000 euros pertenecen a la
subvención y el resto es en su mayoría un préstamo.
No es para menos, pues le
deja una más que difícil papeleta a la hora de afrontar cualquier
reforma de la 'Ley Sinde' ya que si además de la Justicia indicando
que enlazar contenidos en las webs no es ilegal en España ahora debe
sumar, a su parecer, el inconveniente de que la Administración vaya 'premiando' a los 'perseguidos' con
el reconocimiento económico a proyectos de este tipo. La viabilidad
de su enmienda se reduce mucho.
Casi puedo verle en su
despacho. Estará al borde del colapso. 'Foofind', el proyecto P2P de
marras, es una especie de Google de este tipo de programas, un
indexador gigantesco que además también podrá nutrirse de
búsquedas en archivos FTP y buscadores convencionales. O lo que es
lo mismo, poner al alcance del usuario hasta 32.000 millones de
enlaces.
Para Wert imagino que
será como ver a un terrorista internacional en la aduana del
aeropuerto de tu país y en lugar de detenerlo regalarle un par de
ojivas nucleares. Lo mismo que para discográficas y cualquier otro
sector en pie de guerra contra este tipo de programas y webs. Para
otros, una puerta abierta a muchos amigos con los que seguir
compartiendo.
¿De qué lado estáis
vosotros? ¿Creéis que es acertado financiar con dinero del Estado
proyectos de este tipo sabiendo la controversia que generan y la
intención del Ejecutivo de regularlos por Ley?