compárteme

miércoles, 23 de marzo de 2011

Sálvame, DEC, Gran Hermano...el futuro para aprender inglés

El Gobierno anda muy preocupado ante el bajo nivel en conocimientos de idiomas extranjeros que registra nuestro país y barrunta soluciones 'revolucionarias' con las que transformar a una población de 'tarzanoparlantes' cuyo principal logro de comunicación es la consabida presentación formal: 'me Perico' -acompañada de un golpe con la mano en nuestro pecho-, '¿You?' -con idéntico golpe sobre nuestro interlocutor- y que en nuestro Currículo calificamos de 'nivel medio'. Una de estas medidas pasaría por acercarse al estudiante, con una mayor oferta de contenidos en versión original, a través del canal de estudio de referencia, la tele, fábrica de 'iconos intelectuales' que desgajan su sabiduría en 'bolos' en discotecas y se jactan en público del orgullo de la ignorancia. 

El problema de esta iniciativa no radica tanto en ofrecer contenidos en su versión original. De hecho ya hay canales y plataformas de pago por televisión que ofrecen a sus telespectadores la posibilidad de disfrutar de una serie, película o programa en el idioma en que originalmente fue grabado, por lo que la idea de establecer mecanismos que 'con un golpe de click' habiliten esa función están más que garantizados. 

El verdadero problema radica en qué clase de contenidos son los más adecuados para acercarse a la juventud, que aplaude con alegría la generación de 'modelos catódicos' cuyo mérito es salir en algún programa de televisión aireando sin vergüenza su poca formación académica, la alergia que suscita un libro y que la vía del esfuerzo personal para ellos es entrar en un 'reality' o acercarse lo bastante a un personaje conocido que les abra las puertas a los platós. 

Porque seamos consecuentes, cuántos estudiantes se sentarán frente al televisor de su domicilio para seleccionar la versión original de la serie de Antena 3 Downton Abbey o poner cara de póquer cada vez que Horatio Cane, con la cabeza ladeada -es lo que tiene ser tan inteligente, que el cerebro te pesa tanto que el cuello se dobla como un junco- masculle algo ininteligible incluso para los ingleses nativos. Pocos, muy pocos. 

Pero si la V.O. no tiene salida ¿qué alternativa le queda al Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, para que esta iniciativa prospere en un país como el nuestro? Muy sencillo, el doblaje.

Sí, hay que empezar a doblar al inglés, francés, alemán...al idioma que interese potenciar, todos los Gran Hermano, Mujeres y Hombres y Viceversa, Supervivientes, Fama, a bailar, Sálvame, DEC, La Noria, etc... Y aprender entonces disfrutando del 'orgullo' que produce ver a alguien admitiendo que la Península Ibérica no la forma país alguno o que la Edad Media consta de tres etapas: Paleolítico, Neolítico y Edad Moderna.

Otra solución, quizás las más práctica, sería la creación de un Ministerio de Intérpretes, que se haría cargo de formar a una serie de funcionarios cuya principal misión sería la de acompañar a todo el que requiriese sus servicios de traducción. ¿Qué un japonés te pregunta por la Sagrada Familia? Ahí entra en acción el funcionario.¿Qué tienes una entrevista de trabajo con una corporación alemana? Funcionario, al canto.

Para qué buscar soluciones más profundas, en la propia formación escolar, con programas que sean productivos y con unos estándares de calidad que permitan a los estudiantes finalizar sus estudios con niveles equiparables a los reconocidos por las Escuelas Oficiales de Idiomas, con certificados.

Pero que podemos esperar si nuestro actual Presidente del Gobierno, en el supuesto de perderse en una de sus visitas al extranjero y asumiendo que obviase su condición de hombres y español optara por preguntar cómo llegar a su destino, probablemente, acabaría recibiendo una paliza de los mimos de los alrededores por 'intrusismo laboral'

Alguien dijo una vez, lo he leído, que de nada sirve elevar los estándares de calidad en Educación si los estándares sobre los que ésta descansa no son los correctos. Y la enseñanza de idiomas no es una excepción.