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martes, 15 de febrero de 2011

No estamos tan mal

Puede que los primeros brotes verdes de esta crisis hayan caído en el estómago de las 'vacas gordas' porque una 'vaca flaca' como yo, que se ha hinchado a lamer adoquín de las calles de la ciudad en la que pasta para ver si lograba llevarse a la boca algo de sustrato de esos tallos, ni ve ni huele indicio alguno de recuperación económica 

Puede que Zapatero haya acabado de estudiar esos temas de números y demás pequeñeces propias de la economía de un país que debían llevarle únicamente 'dos tardes' y sus paquetes de medidas se dejen notar a la voz de ya, independientemente de cómo respire el resto del planeta. Al fin y al cabo, 'Spain is different'.

Puede que la adopción de algunas de esas medidas, en especial las más impopulares, hayan acabado de desgastar el poco crédito político que pudiese conservar y facilitado el trabajo de la oposición al ahorrarles el trance y la factura que conllevaría tener que impulsarlas bajo su legislatura cuando en las próximas elecciones resulten elegidos.

Puede que el que es, valga la ironía, el presidente menos popular de los populares, Mariano Rajoy, se revele como el Obama ibérico que este país necesita. No importa si es gracias al cemento con el que ha pegado su culo a la silla de candidato a la Presidencia sabedor de que ser presidente en este país es una cuestión de tiempo, porque es lo que tiene el bipartidismo, si aguantas, al final, aunque no seas el más querido te conviertes en la alternativa menos mala y, por defecto, en la única.

Pero, pese a todo, no estamos tan mal, a raíz de lo que se desprende de la encuesta facilitada por la empresa de trabajo temporal Manpower, en la que asegura que el 77% de los desempleados de este país dedica algo menos de tres horas diarias a tratar de volver a la vida laboral activa, lo que, según el citado estudio, son menos de 20 horas semanales.

Y mientras decimos con la boca pequeña que si los alemanes sí que saben, que si los americanos sí que saben, que si los ingleses sí que saben, que si los franceses sí que saben..., no vaya a ser que se nos ocurra la absurda idea de estudiar si alguno de sus modelos laborales es mejor que el nuestro, porque no lo es.

Así que por el momento mi vecino, estibador en el puerto de Barcelona, ha pedido de regalo a los Reyes Magos que le lleven al mismo laboratorio en el que trataron a Lobezno para que le implanten una columna vertebral de Adamantium y aguantar así hasta los 67 años y, si se terciase, porque nunca se sabe, hasta los 80 años. Porque, como él apunta, 'esta jodienda de la esperanza de vida es como el euro, sube y lo que antes costaba 1 ahora cuesta 3'